TOMAS DE AQUINO (1224-1274)

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Filósofo y teólogo italiano. Hijo de Teodora y Landulfo, condes de Aquino, que con el pretexto de educarlo lo mejor posible, lo lleva al monasterio Benedicto de Monte Cassino, después de la firma del Tratado de San Germano entre Federico II de Alemania y el papa Gregorio IX; sin embargo su propósito era respaldar la política papal y el de los benedictinos tener un abad de excelente formación académica, por esto lo envían en 1239 a estudiar a la Universidad de Nápoles, donde Pedro el Irlandés lo instruyo en la filosofía aristotélica. En 1243 trunca las esperanzas de su padre y los benedictinos al entrar por sugerencia de Juan de san Julián a la orden dominica. En 1245 los dominicos lo esconden del poder de sus padres en París y en el año 1245, en Colonia, donde estudian con Alberto Magno, Teodora, su madre, va a buscarlo dos veces y los dominicos impiden que lo lleven con ella; al final Teodora logra que Federico II autorice el arresto y encierro de Tomás en el castillo de san Giovanni.

TOMAS DE AQUINO-FILÓSOFO

El general de la orden, Juan de Teutón, se queja con el emperador y lo libera al año siguiente. Tomás viaja a Colonia donde estudia, traduce y corrige la obra aristotélica y soluciona la diferencia entre averroístas y teólogos sobre si Aristóteles puede estar en los textos eclesiásticos. Por esta causa debe huir a Italia porque, según las autoridades dominicas, santo Tomás corría peligro con quienes todavía se aferraban a la escuela patrística, pese al Apoyo de la Escuela de Arte de París.

Tomás de Aquino rechazó el arzobispo de Nápoles para seguir en la Santa Sede por mandato del papa Urbano IV, quien deseaba su regreso a Francia y por tal efecto le ordeno asistir al Concilio de Lyon; Tomás emprende el viaje en 1274 pasando por el castillo de Maenza, donde vivía su sobrina Francisca; allí sufre un accidente que le provoca una enfermedad que a la postre acaba con su vida en la abadía cisterciensede Fossa Nova. Su pensamiento retoma las ideas de aristotélicas sobre alma, mundo, hombre y el primer motor inmóvil y las reelabora desde un punto de vista cristiano para formar la alta escolástica que sostiene que la razón es un atributo otorgado al hombre por Dios.

Separa los atributos del ser, en esencia y existencia y establece dos clases de seres, los contingentes, que poseen esencia y el Ser Necesario, que contiene en si mismo su esencia y existencia; define este Ser Necesario como Dios. Rechaza la teoría agustiniana de la Iluminación divina y postula que es posible llegar a la idea de Dios a partir de la razón y de la abstracción de sus cualidades materiales e individuales. La libertad de elección o libre albedrio es el eje de su ética, que contradice la teoría de la predestinación; el libre albedrío, que se asienta en la razón, hace del hombre un ser responsable de sus actos ante Dios y el hombre.

doctor de la iglesia por Pío V (1567).

Tomás escribió sobre filosofía, teología y otros temas; algunas de sus obras destacadas son la Summa Theologica y la Summa contra gentiles, que remplazaran las sentencia de Pedro Lombardo en el estudio teológico. La canonización de santo Tomás de Aquino fue aprobada por el papa Juan XXII en el año 1323 a petición de los dominicos; también fue nombrado doctor de la iglesia por Pío V (1567).

Es, según Santo Tomás, razón de ser y del obrar de toda autoridad gubernamental. Si la autoridad nace como exigencia natural de la sociedad en orden al bien común humano que la define, es natural que este bien común delimite sus funciones y su misma persistencia legítima.

Tomás, establece que la mayor o menor adecuación para salvar el bien común, será el criterio definitivo para valorar la legitimidad y preferencia de las diferentes formas de gobierno. En realidad, ese mismo bien común es el que define a la ley, que emana de la autoridad; como define a la justicia social o legal, y como define a la prudencia gubernamental y que, deben ser a juicio de Santo Tomás, las virtudes morales que han de brillar singularmente en un gobernante.

Establece que la mayor o menor adecuación para salvar el bien común, será el criterio definitivo para valorar la legitimidad y preferencia de las diferentes formas de gobierno. En realidad, ese mismo bien común es el que define a la ley, que emana de la autoridad; como define a la justicia social o legal, y como define a la prudencia gubernamental y que, deben ser a juicio de Santo Tomás, las virtudes morales que han de brillar singularmente en un gobernante.

Él se refiere a las formas de gobierno, principalmente en dos de sus obras: “Comentario a la Política de Aristóteles” y en “De Regno”, a pesar de que siempre hace referencia en otras. En síntesis, podemos decir que cuando el poder está en manos de uno, de unos pocos o de muchos y, (muy importante), lo ejercen correctamente en orden al bien común, la forma de gobierno la llama respectivamente Reino (Monarquía), Aristocracia (Gobierno de los Mejores) y Política o República. Estos dos últimos términos son usados por Santo Tomás, como sinónimos. El término “Política” que usa frecuentemente en el libro III de la Política de Aristóteles, además de darle un significado concreto de una forma de gobierno (poder de muchos “Policracia”, “Poliarquía” o Timocracia”), significa también la sociedad políticamente organizada en general, régimen político o gobierno en cualquiera de sus formas.

Suma teológica

Proporcionalmente a estas tres formas correctas de poder político, establece una triple forma viciada, ejercida a espaldas del bien común, en que el gobierno está en manos de unos pocos o de muchos y los llama respectivamente: Tiranía, Oligarquía y Democracia; de modo que la Tiranía viene a ser la corrupción de la Monarquía, como la Oligarquía es la corrupción de la Aristocracia, y como la Democracia es la corrupción de la Timocracia o República. Con respecto a esto último establece: “Si, finalmente, el régimen injusto es ejercido por muchos, se llama Democracia, es decir, principado del pueblo, esto es cuando la masa plebeya oprime a los ricos por la fuerza numérica de la multitud, en cuyo caso todo el pueblo viene a ser un tirano”.

Es interesante destacar que cuando se refiere a las formas de gobierno en la Suma Teológica, solamente la Tiranía aparece como forma incorrecta de gobierno, no la Oligarquía, que pueden ser más o menos correctas.

A parte, entonces, del natural influjo del número (uno, varios, muchos) en la estructuración del gobierno, la distinción entre Monarquía, Aristocracia y Democracia se establece formalmente según los valores que se ponen en mayor relieve en la organización política para el bien común, es decir, sentido de unidad, de virtud, de libertad y participación. 

Diccionario NAUTA de Biografías. (1996). Ediciones Nauta S.A., Colombia. ISBN 84-89140-45-6.